05/08/2025

Cómo desconectar mentalmente, aunque no viajemos.

Avericum

Llega el verano, y con él las imágenes de viajes, playas y desconexión. Sin embargo, para muchas personas en tratamiento de hemodiálisis, las vacaciones tradicionales no siempre son posibles. 
Cómo desconectar mentalmente, aunque no viajemos.

Esto puede generar frustración, tristeza o sensación de estar “fuera” de la vida que los demás parecen disfrutar. Pero desconectar no siempre implica hacer la maleta. También podemos hablar de vacaciones emocionales.

¿Qué son las vacaciones emocionales? Son momentos conscientes de descanso mental y bienestar, que podemos crear incluso en nuestra rutina diaria. Son pequeñas pausas que nos permiten recargar energías, reconectar con lo que nos gusta y sentir que también nosotros podemos disfrutar del verano a nuestra manera.

Algunas ideas:

  • Crear rituales diarios placenteros: un café tranquilo por la mañana, una siesta reparadora, música suave o una lectura agradable.

  • Buscar entornos tranquilos y agradables, aunque sea en casa: una terraza, una sombra con brisa o una habitación en silencio pueden convertirse en refugios de descanso.

  • Reducir la exposición a estímulos que nos generan malestar, como redes sociales que muestran estilos de vida inalcanzables.

  • Conectarnos con lo que sí está en nuestras manos: llamar a un ser querido, ver una película, cuidar una planta, escribir.

  • Darnos permiso para descansar emocionalmente. No todo tiene que ser productivo ni extraordinario. A veces, descansar es simplemente no exigirnos tanto.

Las vacaciones no son solo un destino, también pueden ser un estado mental. Y en el proceso de la hemodiálisis, aprender a crear espacios de cuidado emocional es una forma de salud.

Agustín Toledo, psicólogo de Avericum.