03/09/2025

Verano y hemodiálisis: precauciones nutricionales

Avericum

¿Qué precauciones nutricionales debe tomar un paciente en hemodiálisis durante el verano?
Verano y hemodiálisis: precauciones nutricionales

El verano es una época del año en la que el aumento de las temperaturas produce cambios en los hábitos alimenticios: se incrementa la sensación de sed y suelen apetecer alimentos y preparaciones más frescas, como ensaladas, gazpachos, frutas, helados o granizados. Estos cambios pueden afectar a los pacientes con enfermedad renal en tratamiento de hemodiálisis.

Te presentamos algunas recomendaciones clave:

Aumento en el consumo de líquidos

El calor genera una mayor sensación de sed. En pacientes con restricción hídrica, esto puede suponer un riesgo importante.

Una sobrecarga de líquidos puede provocar alteraciones en la tensión arterial, dificultad respiratoria, aumento de edemas y la necesidad de ajustar las sesiones de diálisis para alcanzar el peso ideal.

¿Dónde encontramos mayor contenido de agua? Principalmente en:

  • Agua de bebida

  • Frutas y verduras

  • Derivados como gazpachos, sopas frías, zumos, batidos, etc.

¿Qué se puede hacer?

  • Preparar cubitos de hielo con agua, limonada o infusiones, para calmar la sed sin aportar demasiado líquido.

  • Si se incrementa el consumo de frutas y verduras (ricas en agua), reducir el agua de bebida sustituyéndola por los cubitos de hielo.

  • Enfriar las bebidas permitidas para hacerlas más duraderas y refrescantes.

  • Evitar alimentos muy salados (patatas fritas, frutos secos salados, anchoas, aceitunas, embutidos, etc.) o muy dulces, ya que aumentan la sensación de sed.

Consumo de frutas verduras - control del potasio

El aumento en el consumo de frutas y verduras puede llevar a una ingesta excesiva de potasio, especialmente en pacientes con niveles elevados.

La hiperpotasemia (exceso de potasio en sangre) puede causar arritmias e incluso paros cardíacos.

El potasio se encuentra en:

  • Alimentos vegetales: frutas, verduras, legumbres, frutos secos.

  • Alimentos animales: carnes, pescados, lácteos, huevos.

¿Qué se puede hacer?

  • Consumir frutas con bajo contenido en potasio, como manzana, pera, sandía, arándanos o fresas.

  • Si se desean frutas más altas en potasio (melón, plátano), combinarlas en pequeñas cantidades con frutas permitidas (ej.: bol con trozos de sandía y 50 g de melón).

  • Las frutas en almíbar o en su jugo pueden consumirse, eliminando el líquido de conserva y enjuagándolas.

  • Evitar zumos naturales o comerciales de frutas altas en potasio. El etiquetado “sin azúcar añadido” no significa que estén libres de potasio.

  • Para las verduras: ponerlas en remojo durante al menos 6 horas antes de cocinarlas.

  • Para el gazpacho: preparar versiones con más sandía y menos tomate, consumir solo un vaso.

Consumo de alimentos con fósforo

El fósforo, presente principalmente en alimentos de origen animal, puede acumularse y afectar a los huesos y vasos sanguíneos.

En verano, su ingesta puede aumentar por el consumo de helados, chocolates, lácteos y embutidos.

¿Qué se puede hacer?

  • Consumir helados caseros de frutas bajas en potasio y sin leche. Si se consumen helados comerciales, elegir helados de hielo o limitar a una sola bola.

  • Evitar productos procesados ricos en fósforo añadido.

  • Tomar los quelantes del fósforo indicados por el nefrólogo junto con las comidas.

  • Si se toma un suplemento nutricional oral, se puede congelar en cubitos y tomar como “bombones” helados.

Alimentos con alto contenido en sodio (sal)

Salir a tomar el aperitivo o consumir alimentos procesados incrementa la ingesta de sal, lo que favorece la retención de líquidos y agrava la sed, empeorando la sobrecarga hídrica.

¿Qué se puede hacer?

  • Usar hierbas aromáticas como orégano, perejil, romero o albahaca para dar sabor. Aunque en tablas puedan aparecer como altas en potasio, las cantidades usadas habitualmente no representan un riesgo.

  • Evitar embutidos, conservas y snacks salados.

  • Reducir el consumo de ultraprocesados, ya que suelen contener sodio, potasio y fósforo en exceso.

Otras recomendaciones útiles para el verano

  • Incluir porciones moderadas de proteínas magras como carne de ternera, pollo, pescado o huevo en las comidas principales.

  • Optar por preparaciones frías (ensaladas con proteínas cocidas), cuidando los aderezos y la sal.

  • Tomar suplementos nutricionales si así lo indica el equipo médico.

  • Lavar bien frutas y verduras antes de consumirlas. En caso de diarrea, hidratarse adecuadamente y acudir a urgencias si es necesario.

  • Cocinar bien las carnes (especialmente el pollo) y los huevos.

  • Evitar comidas preparadas, ya que suelen tener más sodio y no llevan remojo previo en el caso de verduras.

  • No consumir alimentos que hayan estado mucho tiempo fuera del refrigerador (bocadillos, ensaladilla rusa, tortilla de patatas, etc., especialmente en chiringuitos de playa).

Contacta con tu médico/a y nutricionista de Avericum para solventar cualquier duda.

Ángel Nogueira,
Nutricionista de Avericum.