Como parte de su tradición anual, la empresa ha realizado una significativa donación de 70 kilos de alimentos al Banco de Alimentos de Las Palmas, reafirmando su responsabilidad social y su deseo de contribuir al apoyo de las familias en situación de vulnerabilidad.
A lo largo de este año, Avericum ha mantenido su firme compromiso con los valores de la solidaridad y la ayuda comunitaria, y esta acción no es más que un reflejo de la importancia que la empresa otorga al bienestar colectivo. “Para nosotros, cada gesto cuenta. Sabemos que, unidos, podemos hacer una gran diferencia en la vida de quienes atraviesan momentos difíciles”, expresa Javier Artiles, consejero delegado.
Este esfuerzo no solo es un aporte material, sino también un símbolo de esperanza para muchas personas en la isla.
Un esfuerzo conjunto entre trabajadores, pacientes y la comunidad
La donación se ha hecho posible gracias al esfuerzo colectivo de todos los miembros de Avericum. En esta ocasión, han participado activamente el personal de los centros de diálisis y los pacientes que, como cada año, se suman con entusiasmo a esta iniciativa solidaria. De esta manera, Avericum no solo apoya a la comunidad a través de su contribución económica y material, sino que también fomenta una cultura de cooperación y generosidad entre sus trabajadores y clientes.
Desde la Dirección, se ha querido agradecer públicamente a todos los involucrados. "Nuestro más sincero agradecimiento a todo el personal de los centros de diálisis y a los pacientes que, con su dedicación y buen corazón, han hecho posible que esta acción se lleve a cabo", expresó la dirección de Avericum. "Sin su participación, este tipo de iniciativas no serían posibles", añaden.
Un gesto que marca la diferencia en Navidad
Con el propósito de ofrecer un alivio a las familias que atraviesan dificultades, Avericum ha querido hacer su aportación en la víspera de la Navidad. La donación al Banco de Alimentos de Las Palmas tiene como objetivo garantizar que más personas puedan disfrutar de una cena navideña digna, rodeados de calor humano y esperanza.
