Desde el departamento de psicología de Avericum, te ofrecemos una guía práctica para gestionar tus emociones, establecer límites saludables y disfrutar de la Navidad de manera que se adapte a tus necesidades y bienestar.
1. Reconoce y valida tus emociones
Es natural experimentar una mezcla de emociones durante la Navidad, que van desde la alegría hasta la nostalgia o tristeza. Esto es aún más común si te enfrentas a limitaciones o recuerdas tiempos más despreocupados. Permítete sentir sin juzgarte. Hablar de tus emociones con alguien de confianza o escribirlas puede ser una forma liberadora de procesarlas.
2. Comunica tus necesidades y establece límites
La presión social para participar en eventos navideños puede ser abrumadora. Es importante comunicar de manera asertiva tus necesidades a tus seres queridos. Por ejemplo: "Me encantaría estar con ustedes un rato, pero necesito descansar después de mi sesión de hemodiálisis."
Establecer límites claros no solo protege tu bienestar, sino que también permite que los demás comprendan tus circunstancias y respeten tu espacio.
3. Crea nuevas tradiciones adaptadas
Si las actividades tradicionales te resultan demasiado exigentes, puedes crear nuevas tradiciones que se ajusten mejor a tu situación. Algunas ideas son:
· Organizar reuniones pequeñas en casa, en horarios que te resulten cómodos.
· Disfrutar de películas navideñas junto a tus seres queridos.
· Intercambiar cartas o mensajes de gratitud como gesto especial.
Estas alternativas pueden ser igualmente significativas y menos demandantes físicamente.
4. Practica la psicología positiva
La Navidad es una oportunidad para enfocarte en lo positivo. Algunos ejercicios útiles incluyen:
· Diario de gratitud: cada noche escribe tres cosas por las que te sientas agradecido ese día.
· Mindfulness: dedica unos minutos al día para centrarte en tu respiración o en los sonidos y aromas de la temporada. Vive el momento presente y conecta con lo que te rodea.
Estas prácticas mejoran tu bienestar emocional y te permiten disfrutar más plenamente de las experiencias cotidianas.
5. Maneja el 'estrés navideño'
El estrés asociado a las compras, las reuniones y las expectativas es común durante la Navidad. Para mantener la calma, sigue estos consejos:
· Planifica con anticipación: organiza tu tiempo con antelación para evitar el estrés de las prisas de último minuto.
· Respiración profunda: inhala contando hasta cuatro, mantén el aire por cuatro segundos y exhala contando hasta cuatro.
· Di no sin culpas: prioriza lo que realmente es importante para ti y elimina actividades que no aportan valor a tu bienestar.
6. Equilibra el autocuidado con la celebración
Recuerda que tu salud siempre debe ser lo primero. Esto no significa que debas renunciar a disfrutar de la Navidad, sino que puedes adaptarla a tus necesidades. Algunos consejos prácticos son:
· Descansa antes y después de los eventos sociales para recargar energías.
· Sigue tu plan alimenticio y evita excesos que puedan afectar tu tratamiento.
· Escucha a tu cuerpo y no dudes en tomar pausas cuando lo necesites.
Reflexión:
La Navidad puede ser una temporada desafiante, pero también una oportunidad para reflexionar, conectar con los demás y crear momentos significativos. Adaptar las celebraciones a tu realidad no le quita valor; al contrario, puede darle un sentido más profundo. Recuerda que no estás solo, y buscar apoyo emocional puede ser de gran ayuda para disfrutar estas fechas con serenidad y bienestar.